Jorge Goncalves: "Riquelme ya esta grande"

Realizamos una encuesta en el barrio de Villa Crespo sobre el regreso de Juan Román Riquelme a la Selección Argentina. Entre los diez comerciantes entrevistados, la mitad estaban de acuerdo con la vuelta del enganche de Boca Juniors al equipo de Alejandro Sabella y el otro 50% de las personas no querían al 10 en el equipo.
Los vecinos que estaban disconformes con su regreso, entre ellos Jorge, dijeron que no lo quieren porque Riquelme esta grande para jugar en el nivel de competencia que desarrolla la selección. Enrique Núñez, hincha de Boca, dijo que “si esta mal físicamente no sirve para nada, además esta todo roto”.
Los encuestados que estaban contentos con la vuelta de Riquelme al Seleccionado Nacional dijeron que es un jugador diferente y que no hay otro enganche con las condiciones técnicas de Juan Román.
Ricardo Fernández, dueño de un kiosco de diarios e hincha de Racing Club, dijo que “Argentina no se puede privar de tener un futbolista tan talentoso fuera del equipo titular”.

La vida de los enganches

Ø  Cristian "Chanchi" Riquelme, el hermano del enganche de Boca Juniors, fue el causante de que “El Torero” no jugara para la Selección Argentina y se distanciara de Diego Armando Maradona. Leer más.

Ø  Enzo Zidane, el hijo del Zinedine, ya causa furor en las inferiores del Real Madrid. Es el heredero de una magia única  y ya está siendo pretendido por otros grandes equipos de Europa. Lee la nota.

Ø  Carlos Alberto Suarez, el hincha que escupió a Juan Román Riquelme en el partido contra Olimpo de Bahía Blanca, dio sus explicaciones sobre el desagradable hecho. Leer.

El camino de un crack

El 16 de noviembre del 2003, a los 16 años, Lionel Messi debutaba en el Barcelona Fútbol Club frente al Porto de Portugal. Aquel travieso y tramposo adolescente lograba cumplir su anhelado sueño.

Aquella ilusión había comenzado a crecer cuando su abuela materna lo levaba a ver los entrenamientos del sus hermanos Rodrigo y Matías. El mejor jugador del mundo no participaba de las prácticas, pero un día faltó uno de los chicos y Lionel pudo jugar en el entrenamiento. Aunque el miedo del técnico estaba presente, por ser todos más grandes que el crack argentino, Messi agarró la pelota e hizo las maravillas que sólo él sabe hacer ante la mirada incrédula del entrenador.

Todos, incluso su padre Jorge, estaban sorprendidos por la facilidad para pasar jugadores y controlar el balón, por eso a los seis años llevaron a el Mesías a una escuelita de fútbol del Club Atlético Newell’s Old Boys de Rosario. Los técnicos estaban conformes con el juego que desarrollaba Lionel, pero  el problema era que no crecía. Sus glándulas de crecimiento estaban dormidas. Pero todavía quedaba una posibilidad y era un tratamiento que constaba en colocarle a Messi unas inyecciones en las piernas. El proceso era muy costoso, salía 1500 dólares por mes. Sin embargo su padre, que trabajaba en la empresa Acindar, consiguió que su compañía y la obra social Cainba pagaran el procedimiento. La Pulga se colocaba las inyecciones sin ayuda de nadie. Pero el aporte de las empresas se terminó dos años más tarde cuando dejaron de abonar el tratamiento. Como el proceso no se podía cortar, Newell’s pagó el procedimiento durante un tiempo, sin embargo luego no lo abonó más.

Ante la desesperación, sus padres, lo llevaron a probarse a River Plate y Lio quedó. Pero el conjunto millonario no quiso pagarle su pase al equipo rosarino y no contaron con el enganche.

La situación que vivía la familia Messi era muy critica, pero el Barcelona ya sabia del jugador argentino. Por eso Carlos Rexach, un director técnico del equipo catalán, lo llamó a Jorge y le pidió que llevara a Lionel a España. Asi fue como él y su papá viajaron a Europa. Habían pasado 15 días y a Lio todavía no lo probaban. Sin embargo, el último día lo llevaron a practicar a la cancha número 3 del predio del Barcelona. Deslumbró a Carlos y él mismo decidió que se quedara. Igualmente los Messi se volvieron a Rosario y después de dos meses los llamaron para volver a España. Toda la familia se fue para el viejo continente, pero empezaron a extrañar las costumbres argentinas y decidieron volverse. Sin embargo, Jorge y Lionel se quedaron allá. El 1 de marzo del 2001 el mejor jugador de la Liga BBVA, firmó su primer contrato. Esa promesa hoy es Lionel Messi, el hombre que nació para jugar al fútbol.

Gastón Sosa.

Últimos enganches de River Plate

Daniel Alberto Passarella siempre tuvo que ver en River Plate y en estos últimos 20 años el Káiser ha tenido mucha injerencia en la vida institucional y futbolística del club de Núñez. Desde que tomó las riendas del equipo como director técnico, en el año 1989, hasta estos días en los que se encuentra como presidente del club. Siempre en la institución de Núñez tuvo estupendos enganches y futbolistas. Jugadores que le dieron muchísimo a la institución y al fútbol argentino.

En estas últimas dos décadas debutaron cinco enganches e ídolos del equipo Millonario, el primero de todos fue Arnaldo Ariel Ortega. El “Burrito” se formó futbolísticamente en el Club Atlético Ledesma, en la provincia de Jujuy, pero a los 15 años lo llevaron a River. En donde debutó el 14 de diciembre de 1991 frente a Platense teniendo como director técnico a Passarella. El jujeño, tardó casi dos años y medio en convertir su primer gol frente a Quilmes. Es uno de los mayores ídolos del equipo de Núñez, pero también el más problemático. No sólo por sus ausencias a los entrenamientos sino también por sus inconvenientes con el alcohol. Actualmente el técnico Matías Almeida no lo tiene en cuenta para el primer equipo de River Plate. Passarella, el presidente del club, aquel que lo hizo debutar, lo cedió a préstamo al Club Defensores de Belgrano.

Otro jugador que lució la camiseta de River por primera vez bajo la dirección técnica del Káiser, fue Marcelo Daniel Gallardo. El “Muñeco” debutó en el equipo Millonario a los 17 años contra Newell’s Old Boys en el año 1993. Tuvo tres etapas en el club. La primera fue muy buena y exitosa, con siete torneos ganados en seis años. El segundo y el tercer periodo fueron algo accidentados, principalmente por la clara injerencia en la destitución de un técnico (Reinaldo Merlo) y también por sus lesiones que no le daban continuidad en el primer equipo. Por eso el 14 de mayo del año pasado, Gallardo, decidió irse de River e incorporarse al plante de Nacional de Montevideo. Este año, luego de ser campeón con el equipo uruguayo, se retiró del fútbol y tomó la conducción de Nacional. El pasado 6 de agosto River Plate se enfrentó ante el equipo de Gallado, por primera vez desde que descendió, y empataron 3 a 3.

Cuando Ortega ya se iba de River hacia Europa, aparecía en el primer equipo un nuevo jugador, que después sería un nuevo ídolo. Desde la cantera surgió Pablo Cesar Aimar.  El “Payasito” comenzó su carrera en la Asociación Atlética Estudiantes de Río Cuarto, pero luego se fue a probar a River Plate y aunque paso las pruebas en esa oportunidad, se volvió a su ciudad. Pero Daniel Pasarella, unos meses más tarde, lo llamó al padre de Aimar y le pidió que trajera de nuevo a su hijo y fue así como entró de manera oficial a las divisiones inferiores de River. Debutó en la primera división el 11 de agosto de 1996 en un equipo lleno de estrellas y con la dirección técnica de Ramón Díaz. Cuando Passarella asumió como presidente del equipo de Núñez dijo que iba a repatriar a Aimar y a otras estrellas del club, pero no lo logró y River se fue a la B Nacional. En la actualidad Pablo se encuentra jugando como titular imprescindible en el Benfica de Portugal.

Cuando Pablo César Aimar se fue de River Plate, no se esperaba que surgiera tan rápido un jugador de su categoría, pero apareció otro crack. Surgió Andrés Nicolás D’Alessandro, un enganche muy sutil que patentó su drible denominada “La Boba”. Con River ganó tres torneos locales y vistió la camiseta número diez. El “Cabezón” fue una de las estrellas que prometió traer Passarella para la anterior temporada, pero el equipo brasilero, el Inter de Porto Alegro, no estaba dispuesto a dejarlo ir. D’Alessandro debutó de la mano de Américo Rubén Gallego en el año 2000.

La última estrella que dio la cantera del club Millonario fue Erik Manuel Lamela. El “Coco” fue pretendido por el Barcelona de España cuando tenía sólo 12 años. Pero en aquel entonces el presidente de River Plate, José María Aguilar, no lo dejo irse. Por eso tuvo su debut cuando terminaba el torneo Clausura 2009. Néstor Gorosito lo hizo debutar contra Tigre en el partido que ganó el equipo de Núñez por 3 a 1. Lamela fue el mejor jugador que tuvo River en el último torneo que disputó en la Primera División del Futbol Argentino, fue la estrella más valiosa del equipo, pero él sólo no pudo detener el descenso del club a la B Nacional. Por eso cuando terminó el campeonato Clausura 2011, el presidente de la institución, Daniel Alberto Passarella, decidió venderlo a la Roma por 18 millones de Euros. Este dinero le vino muy bien al equipo Millonario teniendo en cuenta el campeonato económico que juega el club.
Todos estos enganches fueron jugadores de la Seleccion Nacional, incluso Gallardo, Ortega y Aimar jugaron mundiales vistiendo la camiseta albiceleste.

Passarella hizo debutar a muchos de estos enganches e ídolos de River, pero cuando tuvieron que sacar la cara por la institución ninguno se puso la camiseta del club, salvo Lamela, quien ya estaba en el plantel profesional.

Gastón Sosa.