lunes, 17 de octubre de 2011

Sin 10 no hay magía



Ayer Boca Juniors empató 0 a 0 con Belgrano de Córdoba por la fecha 11 del torneo Apertura 2011. La intensidad del Xeneize se potenció sobretodo en el segundo tiempo. Los Piratas defendieron cada vez más cerca de su área y el contragolpe con Franco Vázquez y Pereyra fue nulo.
De la mano de Juan Roman Riquelme, el equipo de Julio Cesar Falcioni intentó abrir la cancha con los laterales. Sin embargo, los caminos se cerraron por la férrea marca del visitante. Un tiro de Román desde afuera del área sacudió al estadio a los 8 minutos de la segunda parte, pero Carlos Olave envió la pelota al tiro de esquina. Enseguida, el enganche le pidió el cambio al banco de suplentes por un fuerte dolor en el talón de Aquiles e ingresó Leandro Gracián.  Ahí fue cuando se notó la diferencia. Se había retirado el juego y la jerarquía
Sin el crack, las ideas de Boca se empobrecieron notablemente. Los de Falcioni recién volvieron a inquietar a los 34 minutos con un disparo de Nicolás Blandi, pero el arquero reaccionó con categoría para desbaratar el mano a mano. En tanto, el pobre arbitraje de Diego Abal, que perjudicó en varios fallos al Xeneize, fue el blanco de toda la bronca de los hinchas boquenses. El partido se dividió en dos partes. Una fue cuando Riquelme estuvo en cancha, siempre dando proyección al equipo, controlando el juego, repartiendo bien el balón entre sus compañeros y dirigiendo a sus compañeros desde adentro de la cancha. El enganche se retiró lesionado, todavía no se sabe si va a poder jugar el martes próximo contra Colón de Santa Fe. Pero lo que si se sabe es que sin Román el conjunto de Falcioni no tiene juego, le falta astucia para ir a buscar el arco rival y sobre todo no tiene a nadie que lo pueda suplir. Eso es lo peor.

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